La Digital Currency Initiative (DCI) del Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT) y organizaciones asociadas reunieron a un nutrido equipo de investigadores en cuatro países de renta baja y media -India, Indonesia, Nigeria y México- para estudiar cuestiones de inclusión relacionadas con el diseño de la moneda digital de emitida por central (CBDC, por sus siglas en inglés) para el sector minorista. El 13 de enero dieron a conocer los resultados de su proyecto de investigación de 15 meses de duración.
A pesar del creciente número de trabajos relacionados con la CBDC, «pocos o ninguno de sus defensores han ofrecido una visión práctica de cómo la CBDC promoverá un mayor acceso a los servicios financieros», afirmó la DCI, junto con el MIT Media Lab y Maiden Labs.
Los autores consideraron las opciones de diseño de los CBDC, la infraestructura financiera existente y la experiencia de los usuarios, basándose en ejemplos reales de la vida de la gente. Hicieron especial hincapié en las diferencias entre pagos intermediados y no intermediados (en efectivo). Dijeron:
«Un riesgo potencial importante es que una CBDC intermediada reproduzca el diseño -y, por tanto, los perjuicios- de las formas de dinero intermediado existentes».
Los seis proyectos piloto de CBDC que existen en la actualidad utilizan modelos de intermediación. Los investigadores se mantuvieron neutrales con respecto a la intermediación y la tecnología Blockchain o libro mayor distribuido (DLT). Haciéndose eco de una conclusión a la que llegó a la DCI en su primer informe del Proyecto Hamilton, este informe decía:
«La cuestión de si utilizar o no tecnologías DLT tiene que ver realmente con la gobernanza y la confianza, con algunas cuestiones relacionadas en torno al rendimiento, más que con su capacidad para lograr características específicas».
El informe compara cinco posibilidades («lo que un usuario puede hacer con una tecnología») en sistemas intermediados y no intermediados, así como los usos reales y los retos que plantean a los usuarios vulnerables. Aproximadamente una cuarta parte de la población adulta mundial carece de servicios bancarios, y muchas de esas personas carecen de identificación.
La confianza era un problema tan grave como los aspectos prácticos para muchos usuarios vulnerables. Según el informe:
«Especialmente teniendo en cuenta el aumento de los regímenes autoritarios en todo el mundo, la aceleración del estado de vigilancia, y el creciente desafío de regular la industria de la tecnología, está lejos de ser evidente que la gente debe confiar en una CBDC».
El informe concluía con una lista de una docena de temas de investigación relacionados.
The MIT Digital Currency Initiative (DCI) has published a paper on the potential benefits and preconditions necessary for a CBDC to improve access to financial services and promote inclusion. Here are the key take aways (1/7)#Future #CentralBanks #CDBC #digitalcurrency pic.twitter.com/YotFy52NcY
— Bilal (@TheBilalVictor) January 13, 2023
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