De cara a ahorrar en la factura de la luz, puedes tener en cuenta ciertos consejos y buenas prácticas. Sin embargo a veces cometemos errores sin saberlo y eso puede hacer que la factura se dispare. En este artículo hablamos de un error común, que seguro que en alguna ocasión has cometido, y que puede hacer que tu horno consuma hasta un 20% más de electricidad cada vez que lo utilizas para cocinar.
Abrir el horno hace que gastes un 20% más
¿Has abierto alguna vez la puerta del horno para ver si la comida está hecha o le falta un poco? Cada vez que lo haces, estás derrochando energía. Piensa que el objetivo del horno es mantener una temperatura elevada en su interior para poder calentar la comida. Cada vez que abres la puerta, se pierde mucha temperatura.
Desde Iberdrola han lanzado una advertencia sobre este hecho para que los clientes puedan gastar menos en la factura de la luz al utilizar el horno. Calculan que cada vez que se abre la puerta, aunque solo sea un instante, se pierde más o menos el 20% del calor. Si esto lo haces varias veces, el consumo será aún mayor lógicamente. El horno va a tener que consumir más para recuperar ese calor perdido.
Es importante que evites abrir la puerta cuando tienes el horno encendido. Es similar a lo que ocurre si abres la puerta del frigorífico, especialmente en verano, o si tienes la calefacción puesta en una habitación y abres las ventanas y puertas. Por tanto, evitar esto puede ayudarte a ahorrar bastante en la factura de la luz si piensas en todas las veces que usas el horno al cabo de un año.
Apagar el horno un rato antes es buena idea
¿Podemos hacer algo más para ahorrar un poco más en la factura de la luz al utilizar el horno? Otra buena práctica es no apurar al máximo para apagarlo. Es decir, si vas a calentar algo 10 minutos, por ejemplo, no lo apagues justo cuando vayas a sacar la comida. Estarías desperdiciando el calor residual.
Lo que te recomendamos es que apagues el horno un rato antes. Unos minutos antes de sacar la comida, por ejemplo. De esta forma podrás aprovechar el calor residual o inercia térmica y seguir cocinando pero sin necesidad de consumir electricidad. Eso sí, evita abrir la puerta ya que desperdiciarás ese calor y no servirá de nada.
Como ves, es un gesto sencillo y sin duda puede ayudarte a ahorrar algo en la factura de la luz. Al final, cada pequeño gesto puede servir para pagar menos cada mes. La suma de todo puede hacer que te ahorres unos euros al cocinar, así como al calentar tu vivienda o utilizar cualquier electrodoméstico conectado a la corriente.
En este caso nos hemos centrado en el horno y en algo tan habitual como abrir la puerta para ver cómo va la comida. ¿Eres de los que hace este gesto? ¿Tienes otros trucos para intentar gastar menos luz a la hora de cocinar? Algo que también puedes hacer es controlar el horno mediante enchufe inteligente. Eso sí, necesitas evitar cortes del Wi-Fi y lograr que funcione bien.