Algunas fotografías de las dos primeras décadas del siglo XX se parecen mucho a algunas imágenes que actualmente podemos ver en las ciudades. Solo detalles como la ropa o los edificios nos dan pistas de que se trata de estampas de otra época. En la historia del desarrollo tecnológico abundan los ejemplos de ideas que surgieron en una época y que por diferentes motivos no triunfaron, pero que se desentierran un siglo después consiguiendo el éxito comercial.
Ogden Bolton Jr. y Libbey, sus ‘padres’ en 1895
Este sería el caso del patinete, una opción de movilidad alternativa en las urbes que cada día cuenta con un mayor número de adeptos y que, debido a su incremento, está obligando a muchas ciudades a regular su uso. Este vehículo, símbolo de la modernidad y la sostenibilidad, no es nuevo y hace 100 años ya intentó conquistar los espacios urbanos.
Pero el invento se adelantó a su tiempo y, tras unos años de auge, empezó a ser sustituido por otros medios y, finalmente, acabó cayendo en el olvido. Esta historia de los patinetes eléctricos tiene aspectos similares a la de los iniciales coches a baterías, incluso la de las bicis también con este sistema propulsor.
No obstante, el paso del tiempo les ha dado la razón a los tres. Y en el caso del patinete, más aún. Como tal, este invento, tan popular en nuestros días, nació, ni más ni menos que allá por el año 1895. Surgió de la mano de Ogden Bolton Jr. y Hosea W. Libbey of Boston. Ambos, entonces, patentaron lo que por primera vez se conoció como la segunda generación de la bicicleta eléctrica, ya con detalles propios del monopatín o patinete.
En los años siguientes, se fueron fabricando y exhibiendo distintos modelos de lo que ahora llamaríamos una motocicleta eléctrica. Algunos de estos modelos podían tener distintas velocidades. Incluso, una autonomía de hasta 160km por carga. Este tipo de bicicletas o motocicletas eléctricas tenían la forma de los modelos convencionales, así que aún no eran patinetes, pero fueron los predecesores de este tipo de vehículos.
Primera evolución
No es exagerado suponer que alguien, en algún momento antes de 1895, tuvo la idea de combinar una bicicleta, un motor eléctrico y algunas baterías de plomo ácido para crear un vehículo completamente funcional. Así, antes de que la primera generación de ciclomotores saliera a la luz, en el mes de octubre de 1911 se mencionó la introducción de una bicicleta que podía alcanzar una velocidad máxima de 56 km/h, una mejora del 40% con respecto a la anterior.
Visto ya como la primera evolución de los patinetes eléctricos de la historia de 1895, este tenía ya tres velocidades diferentes y presentaba un rango de autonomía de casi 180 km. Durante los siguientes 15 años, no se hicieron grandes innovaciones en el campo de las e-bikes donde, entonces, se involucraba a estos vehículos ligeros que conocemos hoy en día.
En un primer momento fueron utilizados por los carteros de Estados Unidos y algunos cuerpos de policía, pero también fueron escogidos por algunos grupos mafiosos para sortear a los policías. Y es que gracias a su reducido tamaño podían escabullirse fácilmente de los agentes circulando por callejuelas a toda velocidad.
Uno de los motivos principales fue el lanzamiento del Autoped a gas en 1916. Allí, y vista la gran repercusión, se dio como que el patinete que funcionaba con baterías y motor eléctrico era un modelo bastante competente y vio la producción en masa tanto en los Estados Unidos como en Alemania hasta 1922. También fue el primer scooter con manillar plegable.
Algo muy curioso de esto es que, en principio, estos vehículos de Autoped estaban enfocados a las mujeres, vendiéndose como aparatos ideales para la «nueva mujer independiente». Las mujeres no eran, por lo general, usuarias de automóviles, de manera que así podían tener una manera de transportarse sin necesidad de nadie más. Representaban la libertad en cuanto a la movilidad.
Avance tecnológico
Fue a partir de la década de 1930 cuando este tipo de vehículos empezaron a evolucionar. Así pues, se mejoraron los frenos, las luces y la suspensión, además de aparecer los modelos plegables. Es verdad que los primeros se antojaban algo difíciles de conducir, pesados (recordemos que usaban las enormes baterías de plomo ácido), y que tenían una maniobrabilidad reducida.
Pero, como todo, el avance de la tecnología hizo maravillas en todos los campos, y aquí no fue una excepción. De hecho, podemos decir que los continuos progresos en relación a unidades más livianas, baterías más simples y eficientes y motores menos sofisticados hicieron porque fuera el vehículo que más crecía junto a las bicis y los coches electrificados.
Es más; aunque en principio era más apto para las mujeres (estaba mal visto que el hombre lo utilizara por su sencillez y disposición), poco a poco este estereotipo fue quedando en el olvido y fueron muchos los que hicieron de él un uso más notorio. El tiempo les dio la razón, hasta el punto de empezar a fabricarse los primeros modelos con asiento.
Pero hubo un momento en el que su ‘boom’ se hizo más que palpable. Ocurrió tras los tiempos de la Segunda Guerra Mundial. Entonces, con la escasez de gasolina que sufrían muchos países, aumentó la producción de estos monopatines con motor eléctrico. Tanto, que acabaron convirtiéndose en los antecesores de los patinetes eléctricos modernos que conocemos hoy en día.
Mejora del funcionamiento
La preocupación por el medio ambiente y las nuevas formas de movilidad siguieron enfocándose a él con un concepto que, de todas formas, necesitaba cambios y nuevas evoluciones. Sobre todo viendo que esa llamada como primera crisis del combustible no iba a durar mucho. Por eso se optó por nuevos mecanismos y funcionalidades que hicieron porque la historia de los patinetes eléctricos tuviera un resultado todavía más favorable para la población.
Pero llegó la revolución de las motos, que también iban expandiéndose por todo el mundo. Al principio, sobre la segunda mitad de los años 40′, estas opacaron por un tiempo su crecimiento en el mercado. Pero gracias a los continuos avances lograron mantenerse en el tiempo, siendo una alternativa realmente seria a las mismas motos, coches y bicicletas (también eléctricos de la época).
Al igual que ocurría con los coches eléctricos, su interés decreció al tiempo que bajaba el precio del petróleo. Fueron años complicados puesto que pocos tenían en mente volver a usarlos, ni mucho menos a comprar uno viendo que la movilidad eléctrica, entonces no tenía tanta viabilidad. Tras muchos años en la sombra, llegó 1973 y con ella la mayor crisis del petróleo.
Es ahí donde, al igual que las bicicletas eléctricas, dieron un impulso y la historia de los patinetes eléctricos marcó un punto de inflexión, Se demostró que consistía en un medio de transporte realmente versátil y económico. Gran parte lo hizo la japonesa Panasonic, quien, años más tarde su creación para las bicis, implementó en ellos un motor bajo central que coincidió con la historia de la introducción de los imanes de neodimio.
Desarrollo moderno y llegada a España
Más de 20 años después, casi a comienzo del nuevo siglo, Peugeot produjo en masa el primero de los que son hoy conocidos como scooters eléctricos, llamado Scoot’Elec. La francesa lo introdujo en 1996, el cual era un patinete con motor y baterías que alcanzaba los 45 km/h y su autonomía era de 40 km. En principio se veía como una evolución a cuentagotas puesto que eran muchos los que se referían a él como un paso atrás en cuanto a distancias por recorrer (los primeros ostentaban cifras de 180 km).
Eso sí; esta vez estaban hechos con materiales, baterías y motores eléctricos mucho más ligeros. Claro, eso hacía que en aquellos tiempos se redujera bastante el ciclo de autonomía. Sin embargo, la realidad es que resultó todo un éxito dentro y fuera de Francia, hasta el punto que llegó a España con las mismas vistas triunfales. Estuvo en producción hasta el 2006. Este utilizaba baterías de Ni-Cd un paso muy importante en la historia.
A partir de ahí empezaron a reconocerse diferentes tipos de patinetes eléctricos que se encuentran hoy. Algunos, como Go-Ped, volvieron a situarse en el mercado en 2001 con modelo llamado Hoverboard. que presentaba suspensión total en ambas ruedas. Algo muy representativo fue la invención y llegada de las baterías de iones de litio.
Las primeras resultaron en 1991, las cuales se veían como una total declaración de intenciones puesto que podían almacenar la mayor cantidad de energía por kilogramo y pueden producir la mayor cantidad de corriente. Ese avance vino de la mano hasta unos tiempos de carga más rápidos, que hicieron porque se montaran en ordenadores portátiles, smartphones y otros dispositivos de hoy. Actualmente, existen varios tipos patinetes que se encuentran constantemente innovando e introduciendo nuevas mejoras y características útiles,
Patinetes eléctricos ligeros
Desde entonces, en España fueron cada vez más los eléctricos que se veían en las calles, hasta el punto de que hoy muchos son los que se han adueñado con ellos de las calles. Es por eso que se han ido contando con diferentes tipos a cada cual con una especificación distinta para cada usuario.
Uno de ellos, y quizás el más reconocido, es el patinete eléctrico ligero. Este es ideal si lo vamos a usar como complemento en nuestros desplazamientos habituales. Es decir, si pensamos hacer una parte del trayecto en patinete y la otra en transporte público o coche. Precisamente por su ligereza, no cuesta cargarlos en brazos o llevarlos en una mochila.
También es adecuado si normalmente recorremos distancias cortas. Los patinetes eléctricos más ligeros pesan menos porque sus baterías, en general, tienen también menos capacidad. Esta menor capacidad se traduce en una menor autonomía.
Scooters eléctricos
Luego aparecieron los primeros scooters eléctricos, los cuales son vehículos compactos, con ruedas pequeñas y anchas. Estos tipos de patinetes eléctricos normalmente están equipados con sillín, baterías grandes y muy resistentes. Son pesados y aparatosos de transportar, pero muy duraderos.
En ellos, muchos llevan incorporado un caballete lateral para poder sostenerlos de pie cuando bajamos de ellos. Los patinetes eléctricos scooters llevan una batería de gel, de plomo o de litio. Como hemos visto, las baterías de litio son las que más potencia les proporcionan.
Hoverboards
También conocidos como patinetes eléctricos de 2 ruedas, los Hoverboards comenzaron su andadura como una alternativa al transporte urbano, pero actualmente el uso que se le suele dar es como juguete para niños. Sobre todo, los hoverboard de tamaño de 6,5″, así como los de 8″.
Lo cierto es que, a diferencia de otros varios patinetes eléctricos, estos Hoverboards podemos encontrarlos, incluso, en tiendas de juguetes. Pero realmente no se trata de juguetes y, como la mayoría de vehículos, están sometidos a una reglamentación. Este hace uso del movimiento natural propio del cuerpo con el fin de que podamos movernos con tranquilidad y que sientas que se trata de un movimiento que podrás hacer sin forzarte.
Gracias a ello, cuando coloques tu cuerpo con el peso hacia delante permitirás que el vehículo se mueva hacia delante, mientras que cuando coloques el cuerpo hacia atrás, el efecto será inverso e irá marcha atrás o se detendrá.
Monociclos y monopatines eléctricos
También conocidos como patinetes eléctricos de una rueda o uniciclos. Son un tipo de patinete eléctrico que resulta muy curioso a la vista por su forma de conducción. Equipados con una sola rueda de autoequilibrio, son capaces de ofrecer buenas velocidades máximas y autonomías. Requieren de algo más de practica que otros modelos para conseguir una buena conducción, pero luego se vuelven en muy intuitivos.
En el caso de los segundos, son un tipo de patinete eléctrico que simula al monopatín clásico, pero la diferencia es que están equipados con un motor eléctrico que les permite la tracción sin necesidad de que el conductor tenga que generar el movimiento por el mismo. Controlados a través de un mando, tanto la aceleración como la frenada, son una alternativa urbana para aquellos que les gusta el skateboarding.
Fuente obtenida de: https://www.adslzone.net/e-movilidad/patinetes/historia-patinetes-electricos/