¿Por qué los inversores se ponen nerviosos cuando la Reserva Federal de los Estados Unidos (FED) mueve un dedo? Pues porque la FED tiene el poder de hacer que el dinero sea más barato o más caro. Y eso afecta a todo el mundo, desde el que compra una casa hasta el que vende una empresa. Cuando el dinero es barato, hay más gente dispuesta a gastar y a invertir. Eso significa que hay más demanda de bienes y servicios. Y eso se traduce en más ingresos, más empleo, más crecimiento. Todo muy bonito, ¿verdad?
Pero también tiene su otro lado: las valoraciones de las empresas en crecimiento se disparan, porque estas se basan en proyecciones de ingresos futuros. Por eso, los inversores están siempre atentos a lo que hace la FED, porque un cambio de rumbo puede cambiarlo todo.
Los mercados suban y bajen. ¿Por qué? No son los números, ni las noticias, ni los análisis. Son las expectativas. Lo que la gente espera que pase en el futuro. Y no importa mucho si esas expectativas son racionales o irracionales, falsas o verdaderas. Lo único que importa es que sean populares. Y para que una expectativa sea popular, tiene que ser memorable y simple. Asociaciones fáciles de recordar y de entender. Y eso hace que los precios se muevan en función de ellas. Así funciona la psicología de los mercados. A veces, la realidad no importa tanto como lo que creemos que va a pasar.
¿Cómo es posible que el ser humano pueda pensar en cosas que no existen?, pues gracias al poder de la abstracción. Esto significa que podemos hacer que dos cosas diferentes se conviertan en equivalentes por el arte de la asociación. Por ejemplo: A no es igual a B. Pero A puede significar B. Entonces, podemos decir que A es igual a B. Así es como funciona el lenguaje: usamos palabras para significar cosas. Y así es como funcionan las narrativas: usamos historias para significar ideas. Pero cuidado. No todo lo que se dice es verdad. A veces, la abstracción nos puede engañar. Si algo es cierto en este mundo, es que no todo es lo que parece.
Ahora bien, la FED es la que decide cuánto cuesta el dinero. Y eso afecta a todo el mundo, desde aquel que pide un préstamo hasta aquel que compra una acción. Cuando la inflación está por encima del 2%, que es el objetivo de la FED, eso significa que hay mucha demanda y poca oferta. Y eso hace que los precios suban. Entonces, la FED tiene que subir el costo del dinero para enfriar la economía. Y eso no les gusta a los inversores, porque el dinero caro les quita las ganas de arriesgar.
Pero cuando la inflación baja, eso significa que hay menos demanda y más oferta. Y eso hace que los precios bajen. Por lo tanto, la FED puede seguir estimulando la economía con dinero barato. Y eso les encanta a los inversores, porque el dinero barato les da alas para especular. Sobre todo, con activos como Big tech y Cripto. Entonces, el mercado, usando su poder de abstracción, reduce eso así: si la inflación cae, es bueno. Hay que comprar.
La inflación como tal no es tan mala para el sector tecnológico, pero una inflación más baja puede ser una buena noticia para tus inversiones en acciones tecnológicas. Cuando la inflación es alta, el poder adquisitivo de la gente se reduce, y, como ya mencionamos, el banco central suele subir los tipos de interés para frenar la demanda y controlar la inflación.
¿Y qué tiene que ver esto con las acciones de tecnología? Bueno, las acciones de tecnología y primo cercano (Cripto) son muy sensibles a los cambios en los tipos de interés, porque afectan a sus valoraciones. Las valoraciones son el precio que los inversores están dispuestos a pagar por una acción, basándose en sus expectativas de beneficios futuros. Cuanto más altos sean los tipos de interés, más caro será financiar los proyectos de crecimiento de las empresas tecnológicas, y más atractivo será invertir en otras opciones más seguras y rentables. Por eso, cuando los tipos de interés suben, las valoraciones de las acciones de tecnología suelen bajar.
Pero no todo es tan simple. La inflación también tiene sus ventajas para el sector tecnológico. Por un lado, la inflación suele ser un síntoma de una economía fuerte y dinámica, lo que implica una mayor demanda de productos y servicios innovadores. Por otro lado, algunas empresas tecnológicas tienen un gran poder de fijación de precios, es decir, pueden subir sus precios sin perder clientes, lo que les permite mantener o aumentar sus márgenes de beneficio.
De nuevo, ¿qué pasa cuando la inflación se enfría? Pues que se reduce la presión para subir los tipos de interés, lo que favorece las valoraciones de las acciones de tecnología. Además, las empresas tecnológicas pueden moderar sus aumentos de precios, dejando más margen para impulsar su crecimiento en el futuro. Así que no te asustes si ves que la inflación baja un poco. Puede ser una buena señal para tus inversiones en tecnología.
Claro que la inflación no es el único factor que influye en el rendimiento de las acciones de tecnología y las criptomonedas. También hay que tener en cuenta otros aspectos como la competencia, la innovación, la regulación y las preferencias de los consumidores. Sin embargo, es una gran verdad que los inversores están muy pendientes de todo lo que puede influir en las decisiones de la Fed.
Ahora bien, los mercados son como niños caprichosos que se dejan llevar por sus emociones. Cuando creen que todo va bien, se ponen eufóricos y compran todo lo que ven. Cuando se asustan, se ponen nerviosos y venden todo lo que tienen. Así pasó en los primeros seis meses de este año, cuando los mercados se ilusionaron con la idea de que la Reserva Federal iba a dejar de subir los tipos de interés y a empezar a estimular la economía. Se olvidaron de que la inflación seguía siendo un problema y que no era tan fácil de controlar.
Ahora, los mercados están un poco más pesimistas porque ven que la regulación de las criptomonedas se acerca y que los precios no suben tanto como esperaban. Sin embargo, las grandes empresas tecnológicas siguen en su nube, aprovechando el auge de la inteligencia artificial. En fin, sin lugar a dudas, una inflación en descenso es leña para el fuego optimista.
Aclaración: La información y/u opiniones emitidas en este artículo no representan necesariamente los puntos de vista o la línea editorial de Cointelegraph. La información aquí expuesta no debe ser tomada como consejo financiero o recomendación de inversión. Toda inversión y movimiento comercial implican riesgos y es responsabilidad de cada persona hacer su debida investigación antes de tomar una decisión de inversión.
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