El portal web Bloomberg Línea recibió la exclusiva de que cuatro entidades financieras, las cuales prefieren mantenerse hasta el momento en el anonimato, confirmaron la construcción de nuevas bóvedas y habilitamiento de nuevos depósitos debido a las grandes cantidades de pesos en efectivo que deben almacenar por la alta circulación que estos están teniendo actualmente en Argentina.
La inflación es un completo enemigo en Argentina, y desde hace algunos años la comunidad se encuentra haciéndole frente a la merma del poder adquisitivo. Una muestra de ello, es esta situación que está ocurriendo actualmente. Hace 5 años, el billete de mil pesos (el de mayor denominación en el país) equivalía a USD 54 mientras que ahora equivale alrededor de los USD 3, lo que demuestra cómo el poder adquisitivo se ha perdido y además justifica el porqué del uso de tanto efectivo.
De acuerdo a la nota, el Banco Central de la República de Argentina (BRCA) ha registrado datos que demuestran que la cifra de circulación de billetes este mes llegó a 8,064.6 millones de unidades, nuevo récord alcanzado. De esta cifra totalitaria, el 38% (3,086.5 millones de unidades) son billetes de 1,000 pesos argentinos (ARS), y el 16% (1,346.7 millones de unidades) corresponden a los billetes de 500 ARS. “Son los únicos billetes argentinos que aún valen más de un dólar estadounidense medidos al tipo de cambio libre” detalló Bloomberg Línea.
El resto de los billetes que son los de denominación de 10 ARS, 20 ARS, 50 ARS, 100 ARS y 200 ARS, los cuales forman un total de 3,631.4 millones de unidades y además dentro de los bancos figuran como billetes de “baja denominación” y los cuales provocan inconformidades ya que, el gobierno se niega a emitir nuevos billetes de mayor denominación.
“Desde el equipo económico del Gobierno suelen argumentar que la decisión de no emitir billetes de mayor denominación se basa, en primer lugar, porque lo que buscan es fomentar la digitalización de los pagos y en segundo, porque al hacerlo, evitan facilitar transacciones informales vinculadas a evasión o hechos ilícitos”. informó el portal web.
En suma, recordó que, la segunda razón fue la misma que dio el Banco Central Europeo (BCE) ante la decisión de sacar de circulación el billete de 500 euros.
La situación del exceso de pesos físico se viene dando desde el primer semestre del año 2022 cuando la Asociación de Bancos Argentinos (Adeba) emitió el primer comunicado sobre el efecto que tenía el exceso de pesos en los bancos. Posteriormente, en marzo, la asociación indicó que de los cajeros automáticos (ATMs) del sistema se habían extraído 900.000 millones ARS mientras que por taquilla, en las sucursales, se llegaron a dar 600.000 millones ARS. Lo que da una suma total de 1.5 billones de pesos argentinos.
Esta cantidad total equivalían a 1,500 millones de billetes de 1,000 pesos argentinos lo cuales pesan 1,500 toneladas y con lo que se podían llegar a llenar 1.5 piscinas olímpicas.
Para aquel momento, la cifra de circulación de billetes se encontraba sobre los 7,363 millones, lo cual a nivel porcentual es un 8% menos de lo que es actualmente, lo que demuestra que el problema se vuelve cada vez más engorroso.
Nuevos tesoros, recarga de cajeros y recaudación en billetes de baja denominación
Bloomberg Línea mencionó que una de las entidades bancarias que le brindó información dijo que “La nominalidad les representa un problema, ya que no solo le complica la vida a la gente, sino que aumenta los costos de transporte de caudales y aumenta el espacio de almacenamiento.” Además agregó que “Están construyendo nuevos tesoros en diferentes lugares del país para poder hacer frente a este mayor volumen”. Puesto que, lo que ha aumentado es la cantidad de volumen y no “más dinero en términos reales”.
Otra entidad informó que en su tesoro tienen pallets llenos de billetes de 100 ARS que reciben en depósitos. Sin embargo, a ellos no les conviene recargar los cajeros automáticos con ellos porque no les es rentable. De acuerdo a la fuente, actualmente los cajeros automáticos están siendo recargados al menos 3 veces al día pero una limitante es el límite de extracción, por ende, les es más conveniente hacerlo con los billetes de 1,000 pesos argentinos o con los de 500 ARS.
Una tercera entidad financiera se unió a la información al portal web la cual mencionó que para ampliar los espacios para guardar el dinero físico se hicieron obras en el tesoro general, específicamente en una sucursal que contaba con todos los requisitos de seguridad y también en Mendoza.
Las entidades bancarias, para poder desligarse un poco de los billetes de baja denominación, “están asumiendo el costo de enviar remesas a bancos pagadores”. Lo que los lleva a hacerle frente a un conjunto de diferentes gastos como: logísticos, inversión en maquinaria y/o gastos de estructuras.
“Ahora tienen un porcentaje por encima del saldo respecto de lo que resguardan en custodia por cuenta y orden del BCRA. El mismo, creció un 17% respecto al año anterior, por lo que el espacio asignado a esta operatoria es de unos 900 metros cúbicos.” explicó Bloomberg Línea.
El Banco Central de la República de Argentina no puede aceptar los billetes físicos en forma de depósitos, por lo que, las entidades tienen el permiso de atesorar en cuenta y orden a su nombre. Lo cual trae como consecuencia entonces que, a pesar de que ese dinero en efectivo se ve reflejado como depositado en el BCRA, realmente están en las bóvedas de estas entidades, razón por la cual se están construyendo nuevas bóvedas y ocupando nuevos espacios.
Una cuarta entidad bancaria expuso que, un 40% de su recaudación es en billetes de baja denominación que no funcionan para los cajeros automáticos por las cantidades límites de extracción.
Frente al problema, las instituciones bancarias se encuentran tratando de “minimizar los costos y optimizar los espacios.” Si bien no se encontraron en la necesidad de construir nuevos depósitos si tuvieron que, dentro de bóvedas ya construidas, habilitarlas y optimizarlas para poder hacer uso de ellas.
Posibles soluciones
Desde las compañías bancarias han presentado algunas posibles soluciones que podrían colaborar a bajarle la intensidad al problema que están afrontando. La principal, es la que se mencionó párrafos arriba, crear nuevos billetes de mayor denominación.
La inflación provocó que el billete de 100 pesos argentinos, el cual es el segundo billete que más abunda, pierda utilidad debido a que no puede ser puesto en los cajeros automáticos por su volumen y ya está llegando a no ser aceptado. Incluso, el mismo BCRA no lo acepta por no tener capacidad suficiente para su destrucción.
Entonces, otras opciones de solución que presentan con el fin de que la sociedad se mude a los medios de pagos electrónicos son: “permitir el cobro de la gestión de efectivo” esto para aplicarlo en los depósitos mayores a un millón de pesos argentinos y extracciones superiores a 500 mil ARS. “Sacar o bajar el llamado “impuesto al cheque”” para los pagos y transferencias digitales menores a 200,000 ARS.
“Dejar de cobrar percepciones y retenciones de impuestos sobre tarjetas” para impulsar el uso de las mismas por parte de los comercios.
Consecuencias de una economía informal
En Argentina se opera bajo una economía netamente informal, lo que conlleva a que, según estimaciones, 8 de cada 10 transacciones se continúan realizando en dinero en efectivo.
En noviembre de 2022, Mercado Pago realizó un estudio titulado “La digitalización de las PyMEs en Argentina” en el que la compañía mostró que el 50% de las facturaciones de PyMEs del país siguen utilizando métodos de pagos en efectivo.
Fausto Spotorno, director de research económico y financiero de la consultora OJF & Asociados, en sus declaraciones para Bloomberg Línea mencionó que “La Argentina sigue teniendo una economía con mucho uso de efectivo porque los sistemas digitales son muy costosos” lo cual ocurre debido a las comisiones y la carga tributaria que tienen las billeteras digitales.
Los impuestos, percepciones y retenciones presentes en Argentina para Spotorno, son los responsables de que se altere el uso de los pagos digitales para las operaciones comerciales y a la vez son la razón por la que no se espera que el sistema digital se desarrolle correctamente.
“En Argentina hay una economía que funciona en negro y no va a dejar de hacerlo porque le dejes un billete chico. No va a pasar al blanco porque la carga tributaria para una empresa es insostenible. Entonces, entre quebrar y usar un billete chico, van a elegir la segunda opción” expresó Fausto para el portal web.
Esto genera una respuesta inmediata, según Spotorno, la cual es un costo alto para los bancos debido al costo relacionado a transferir y mover el dinero. Sin embargo, el costo logístico que provoca tener billetes de baja denominación afecta a ambos lados, tanto al sistema financiero como al privado.
Adopción de máquinas contadoras de billetes
Dada la alta tasa de circulación de billetes, los comercios argentinos han optado por utilizar máquinas contadoras de billetes para poder hacerle frente a esta problemática de la manera más óptima.
Realmente la demanda por estas máquinas se disparó desde el último trimestre del año 2021, a partir de allí los sitios de ventas virtuales han registrado una alta demanda por las máquinas por al menos los últimos 12 meses. Teniendo picos entre agosto y mayo que fue cuando la inflación alcanzó y superó el 7% mensual.
“Desde una compañía dedicada al alquiler y a la venta de procesadoras de billetes dijeron a este medio que la demanda se disparó hacia fines de 2021, pero que se mantuvo durante 2022. Además, confesaron que en este último tiempo detectaron mayor demanda de actores que habitualmente no demandaban sus productos. Sin embargo, evitaron dar mayores precisiones o cifras al respecto.” finalizó la nota Bloomberg Línea.
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