Como ocurre cada año, el autobronceador se va a convertir, seguramente, en uno de los productos más vendidos de las próximas semanas. Porque ya sabes que llega el momento de comenzar a utilizarlo para que el moreno siempre sea de primera incluso si no tienes tiempo de ir a la playa o incluso a la piscina. ¿Pero sabes lo que hace este producto en tu piel cuando lo usas?
Los autobronceadores son, para muchas personas, la solución a sus problemas durante el verano. Al fin y al cabo, lucir un buen moreno es algo que nos gusta a todos y que no se tiene que conseguir necesariamente solo poniéndote bajo el sol para dorarte durante las vacaciones. De todas formas, sigue leyendo antes de comenzar a rociarte con el autobronceador y así podrás comprobar si es un buen método o si incluso podría llegar a ser más recomendable que tomar el sol de la forma tradicional. ¿Qué dice la ciencia de todo esto?
Esto es lo que tiene el autobronceador
Entre los componentes con los que está fabricado el autobronceador destaca la dihidroxiacetona, también conocida como DHA, que se trata de la sustancia que se encarga de llevar a cabo el efecto que buscas en tu piel. Es un carbohidrato, o lo que es lo mismo, un azúcar, que está compuesto por una gran cantidad de hidrógeno. Su obtención procede de la naturaleza, encontrándose en la caña de azúcar y la remolacha.
El proceso que es necesario para obtener la dihidroxiacetona que está en estos alimentos es el de fermentación de su glicerina. De esa manera, las marcas de autobronceadores pueden poner el ingrediente en sus productos y que así produzcan en tu piel lo que se conoce como reacción de Maillard. ¿Pero es algo malo? En realidad no. Lo que ocurre en tu piel es que se lleva a cabo esta reacción química que tiene un nombre tan singular que puede preocupar, pero que es totalmente inocua.
La reacción de Maillard se produce en el momento en el cual los aminoácidos de tu piel entran en contacto con la dihidroxiacetona. Eso produce una reacción química por la cual tu piel se torna de un color más oscuro y obtiene un bronceado que te ayudará a no echar de menos el pasarte horas bajo los rayos del sol.
¿Te estás bronceando realmente?
Lo cierto es que no. Lo que haces con los autobronceadores es conseguir un efecto visual en tu piel que se equipara al del efecto del sol, pero que no tiene las mismas características. El autobronceado solo actúa en la capa más superficial de la piel, aquella que está visible y que tienes la capacidad de «colorear». Pero debajo de esa capa, el resto de tu piel no tiene bronceado y, por lo tanto, tampoco goza de sus ventajas. Eso significa que el bronceado que te proporcionan estos productos no te va a proteger de los rayos del sol ni hará que puedas prescindir de ponerte protector solar. Esas son unas ventajas que solo obtendrás disfrutando de una sesión solar real.
Pero aunque el autobronceador no te protegerá de los rayos del sol, lo que sí estás ganando con su uso es una menor exposición al mismo. Como no tendrás que pasar largos periodos de tiempo bajo el sol bronceándote, estarás evitando un proceso que, a medida que pasan los años, puede ser cada vez más arriesgado. No obstante, no olvides la importancia de protegerse siempre por mucho que estés «bronceado».
¿Cómo utilizarlos?
Aunque sean recomendables, es importante que tengas en cuenta una serie de consejos para que la aplicación de los autobronceadores no se termine convirtiendo en un problema. Por ejemplo, una de las cosas que tienes que hacer antes de aplicar este producto en tu piel será realizar una exfoliación de la misma. El motivo de ello es evitar que tu piel no quede uniforme con el color que obtenga con el bronceado. Si no haces un exfoliado antes de la sesión, te podrías estar exponiendo a que algunas partes de la piel se caigan y que te quede el brazo o la zona del cuerpo en cuestión sin un bronceado completo, lo que daría una mala imagen.
Por otra parte, en un estudio realizado años atrás en Alemania, se llegó a la conclusión de que es fundamental que, después de haber puesto el autobronceador en tu piel, no te expongas al sol durante un periodo de 24 horas. O, al menos, tienes que evitar el sol durante largas sesiones y ponerte ropa que te cubra las zonas donde lo hayas aplicado para evitar malas reacciones. Es cierto, no obstante, que cada vez más los autobronceadores incorporan distintos filtros que reducen el volumen de riesgo. Pero nunca hay que confiarse y, durante ese día posterior a la aplicación, ser lo más cuidadoso posible.
Si estabas pensando en autobroncearte, no tengas problema con ello y ve preparándote para tener un buen moreno. Piensa que, aunque se hayan puesto de moda en los últimos años, los autobronceadores existen desde la década de los 60, si bien es cierto que es ahora cuando son realmente efectivos y seguros. Elige una marca que te convenza, sobre todo una que desprenda un buen olor, ¡y prepárate para disfrutar del verano!