Los usuarios cada vez necesitamos mayores velocidades de Internet para jugar o navegar por la red, por lo que es necesario dar un salto a otras conexiones que sean capaces de ello. Por esto mismo, España dio el paso adelante, convirtiéndose con el tiempo en uno de los territorios con mayor cableado de fibra óptica del mundo.
Es por ello por lo que cada vez está más cerca el final del ADSL y sus centrales en España. Si el año pasado ya vimos como la cifra de hogares en esta región con ADSL caía por debajo de los 2 millones de líneas. La CNMC ha confirmado que, respecto a los datos del año pasado, ha habido una pérdida de 0,5 millones de líneas con tecnología ADSL.
Sube el FTTH y baja el ADSL
Si echamos un vistazo a las cifras actuales y las de hace un año que nos ofrece la CNMC, podremos ver rápidamente el crecimiento que ha tenido en los últimos meses las líneas FTTH. Concretamente, se destaca el aumento de 1,1 millones de líneas FTTH frente a la pérdida de 0,5 millones de líneas con tecnología ADSL. Además, no es nada nuev0, ya que este panorama ya se viene repitiendo desde hace bastante tiempo. Y todo por el proceso continuo del cierre de las distintas centrales que culminará casi por completo en el año 2025, tal y como indicó en su momento Telefónica.
Por esto mismo, según los últimos datos registrados, las líneas de fibra óptica activas hasta los hogares ya supera los 13,4 millones en España. Y desde que Telefónica comenzase en el año 2015 a cerrar las centrales que gestionaban estas conexiones, solamente quedan 8.500 de las 17.000 centrales que había en un principio.
Estos últimos datos reflejan que el fin del ADSL en España está llegando a su fin. Si hace apenas un año quedaban 2 millones de líneas activas con esta tecnología. Ahora, hay menos de 1 millón, concretamente, los datos son de agosto y reflejan que ya solamente quedan 979.000 líneas con tecnologías ADSL en el país. Por lo que, a estas alturas, la cifra será hasta menos.
Los planes de Telefónica
Desde el anuncio de la compañía telefónica en 2015, los planes de la operadora siguen siendo los mismos. Con el objetivo de terminar en 2025 con el uso de esta tecnología de conexión a Internet, para que todos los hogares en España puedan disfrutar de la conexión de fibra. No obstante, hay que tener en cuenta que, desde Telefónica, siguen cumpliendo una serie de requisitos establecidos por la comisión de competencia:
- Solamente se puede cerrar una central cuando más del 25% de los clientes de esa central se conecten por medios alternativos a la red de cobre.
- En el caso de que haya operadores alternativos desagregando bucle, la compañía Telefónica tendrá que seguir prestando ese servicio mayorista durante 5 años y con 6 meses de guarda.
- Además, si no hay operadores alternativos en la central, el período de garantía se reduce a 1 año con los pertinentes 6 meses de guarda.
Lo que está claro es que Telefónica sigue ahorrando en costes con el cierre de estas centrales que ha ido llevando a lo largo del tiempo. No solo por la reducción de costes en el mantenimiento, sino también en el gasto de energía. Incluso, el cobre de dichas centrales pueden ser otra fuente de ingresos al venderlo.
